Los cambios recientes en la legislación estadounidense, iniciados por la administración de Donald Trump y que entrarán en vigor en 2025, han suscitado serias preocupaciones entre los futuros padres que utilizan servicios de gestación subrogada.
Según la nueva orden ejecutiva de 2025, el derecho a la ciudadanía por nacimiento para los niños nacidos en EE. UU. de padres que no sean ciudadanos o residentes permanentes ahora está restringido. La ciudadanía y los pasaportes ya no se otorgan automáticamente al nacer en suelo estadounidense, lo que complica significativamente el procesamiento de documentos para los recién nacidos
. Anteriormente, según la 14.ª Enmienda de la Constitución de EE. UU. y la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) de 1952, los padres que utilizaban la gestación subrogada podían proporcionar una prueba de nacimiento en EE. UU. para obtener la ciudadanía y un pasaporte. Sin embargo, con la introducción de nuevas regulaciones en virtud de la política "América Primero", el proceso se ha vuelto mucho más complejo y requiere pasos legales adicionales que pueden llevar meses o incluso años. Además, existe el riesgo de que se le niegue por completo la ciudadanía estadounidense, lo que pone en riesgo la posibilidad de que el recién nacido regrese al país de origen de sus padres genéticos.
Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), muchos padres se enfrentan a tiempos de tramitación prolongados de hasta 12 meses. En algunos casos, las solicitudes se rechazan debido a la falta de documentación o al incumplimiento de los nuevos criterios introducidos en la reforma de la política de inmigración. Además, las demandas relacionadas con la ciudadanía se han vuelto más frecuentes, lo que crea dificultades financieras y emocionales adicionales para las familias atrapadas en situaciones difíciles.
Ahora, el plazo de tramitación de documentos puede aumentar significativamente debido a la verificación adicional y los procedimientos legales. Con el endurecimiento de las regulaciones, los padres pueden enfrentarse al rechazo si no proporcionan todas las pruebas necesarias dentro de los plazos establecidos. Además, los costos de los servicios legales y la estancia prolongada en Estados Unidos mientras se espera la documentación pueden suponer gastos financieros sustanciales, ya que los padres pueden tener que permanecer en el país durante un período indefinido. Sin obtener la ciudadanía y un pasaporte, el recién nacido no puede salir de Estados Unidos, lo que provoca más complicaciones legales y sociales. Debido a estos cambios, muchos futuros padres están considerando opciones alternativas, como elegir otras jurisdicciones que ofrezcan procedimientos de procesamiento de documentos más transparentes y simplificados.
Por lo tanto, los nuevos cambios legislativos en los EE. UU. se han convertido en un obstáculo importante para utilizar los servicios de gestación subrogada. Los futuros padres deben prepararse con anticipación para los posibles desafíos y desarrollar una estrategia legal clara para evitar procedimientos prolongados y dificultades para regresar a casa. Explorar jurisdicciones alternativas puede ser una solución eficaz para mitigar muchos riesgos e incertidumbres.
Jefe del departamento judicial del centro de gestación subrogada «Success»