La legislación italiana en el campo de las tecnologías reproductivas asistidas es bastante conservadora. La Ley italiana del 19 de febrero de 2004, n.º 40, "Sobre las normas de las tecnologías reproductivas asistidas", no solo prohíbe completamente la gestación subrogada, sino que también restringe severamente otras tecnologías reproductivas (art. 12, 6.º párrafo, Ley n.º 40/2004, que contiene las reglas sobre las técnicas de inseminación médica). Esta ley prohíbe los programas reproductivos de terceros, es decir, la gestación subrogada y la donación, así como la criopreservación de embriones.