La azoospermia, la condición definida por la ausencia de espermatozoides en el semen de un hombre, impide significativamente el camino hacia la paternidad y sirve como un marcador definitivo de infertilidad masculina.
Esta condición se clasifica ampliamente en azoospermia obstructiva, debido a bloqueos en las vías seminales que impiden el transporte de espermatozoides, y azoospermia no obstructiva, a menudo derivada de desequilibrios hormonales o daño testicular que afecta la síntesis de testosterona. Para las parejas que enfrentan los desafíos de la concepción natural debido a la azoospermia, la maternidad subrogada emerge como una opción viable. La maternidad subrogada proporciona un medio hacia la paternidad para aquellos que luchan con tales problemas de infertilidad, permitiendo el nacimiento de un hijo biológico a través de una subrogada que lleva al niño a término.
Un descubrimiento innovador en 2016 por investigadores en el Hospital Mount Sinai en Canadá destacó las proteínas del plasma seminal TEX101 y ECM1 como esenciales para distinguir entre los tipos de azoospermia y prever la tasa de éxito de la recuperación de espermatozoides directamente de los testículos. Este desarrollo juega un papel crucial para las parejas que enfrentan la infertilidad inducida por azoospermia. Los ensayos clínicos subsiguientes apuntaron a establecer la fiabilidad de estas proteínas como indicadores diagnósticos.
El análisis de esperma o espermiograma sirve como una herramienta diagnóstica crucial para la azoospermia, facilitando la detección de la ausencia de espermatozoides en el semen. Los avances en el diagnóstico y tratamiento de la azoospermia, incluida la identificación de causas genéticas, están mejorando las perspectivas para muchas parejas ansiosas por concebir, incluidas aquellas que consideran la maternidad subrogada.
La Técnica TESA
El método de Aspiración de Espermatozoides Trans-Epididimales (TESA) es una técnica médica refinada diseñada para abordar la azoospermia obstructiva. Involucra la extracción directa de espermatozoides del epidídimo o tejido testicular, que permanece viable a pesar de los bloqueos. Para casos donde TESA podría no ser la mejor opción o no ha logrado los resultados esperados, considerar un donante de esperma se convierte en una alternativa notable. TESA es particularmente ventajoso para hombres con problemas de eyaculación, ofreciendo una solución efectiva para sortear vías bloqueadas y recuperar espermatozoides, ayudando así a las parejas a superar la infertilidad.
El procedimiento TESA emplea una aguja ultrafina, cuidadosamente guiada bajo supervisión médica, a la ubicación presunta de espermatozoides vivos. La operación se realiza bajo anestesia local para asegurar una experiencia sin dolor para el paciente. Los espermatozoides recolectados pueden usarse inmediatamente en tratamientos de FIV o ICSI o preservarse para intentos futuros.
TESA se destaca como un recurso clave para expertos en fertilidad, abriendo el camino hacia la paternidad para hombres afectados por ciertos tipos de infertilidad. Este método podría sugerirse solo o junto con otros tratamientos de fertilidad, adaptados a las necesidades específicas de cada caso y las causas subyacentes de la azoospermia.
El éxito de TESA depende en gran medida de la experiencia del especialista que realiza el procedimiento y de la precisión del mismo. Por lo tanto, seleccionar una clínica y un profesional competente en tales técnicas es crítico para lograr el objetivo de asegurar espermatozoides viables para la fertilización.
Recuperación Avanzada de Espermatozoides: TESE y Micro-TESE
Los métodos TESE (Extracción de Espermatozoides Testiculares) y Micro-TESE son estrategias vanguardistas para la recuperación directa de espermatozoides del tejido testicular, particularmente en casos diagnosticados de azoospermia no obstructiva. Esta condición se caracteriza por la falta de espermatozoides en el eyaculado debido a interrupciones en la producción.
TESE involucra incisiones menores en el testículo para extraer y examinar tejido en busca de presencia de espermatozoides bajo condiciones de laboratorio. Micro-TESE refina este enfoque, empleando un microscopio quirúrgico para seleccionar con precisión los sitios de biopsia, reduciendo el daño testicular y aumentando las posibilidades de detección de espermatozoides incluso en concentraciones mínimas.
Micro-TESE es altamente recomendado para hombres con azoospermia no obstructiva, demostrando mayor eficacia en el descubrimiento de espermatozoides, con éxito en más del 50% de los casos. Este método asegura la selección precisa de las secciones de tejido más fértiles para la extracción, mejorando significativamente la probabilidad de restauración de la fertilidad.
Procedimientos TESE y TESA
El procedimiento TESE, que incorpora TESA, se realiza bajo anestesia breve, dura unos 15-20 minutos e involucra perforar el testículo para recoger tejido. Los pacientes generalmente regresan a casa aproximadamente una hora después del procedimiento.
La microdisección TESE, introducida en EE. UU. en 2005, representa una técnica de vanguardia para la extracción de espermatozoides mediante métodos microquirúrgicos. Su ventaja radica en la extracción de muestras mínimas de tejido, preservando la función testicular al máximo y aumentando las posibilidades de recuperación exitosa de espermatozoides.
Estos procedimientos ofrecen nueva esperanza a los hombres que enfrentan azoospermia no obstructiva, proporcionando un camino hacia la paternidad incluso bajo las circunstancias más difíciles.
Preparación Pre-Biopsia
La elección del procedimiento (TESE, TESA o micro-TESE) es determinada por el médico basándose en evaluaciones médicas iniciales y diagnóstico. Prepararse para una biopsia testicular, como cualquier procedimiento médico, involucra varios pasos preliminares:
- Se requiere un examen médico completo antes de la biopsia, generalmente alineándose con preparativos para FIV o ICSI.
- Para maximizar el número de células germinales, se aconseja adherirse a las siguientes recomendaciones durante una o dos semanas antes de la biopsía: a) Abstenerse de actividad sexual durante tres a cuatro días previos. b) Evitar factores perjudiciales para la espermatogénesis, como el alcohol, altas temperaturas, ciertos medicamentos y otros.