Conceptos clave de las tecnologías de reproducción asistida (TRA)

La medicina reproductiva moderna ofrece numerosas opciones para las parejas que enfrentan problemas de infertilidad. Las tecnologías de reproducción asistida (TRA) abarcan una amplia gama de métodos, y comprender los términos clave en este campo facilita la navegación entre las opciones de tratamiento.

¿Qué es la infertilidad?

La infertilidad se diagnostica cuando una pareja no logra un embarazo después de un año de relaciones sexuales regulares sin protección. Para mujeres mayores de 35 años y hombres mayores de 40, este período se reduce a seis meses. La infertilidad afecta por igual a hombres y mujeres: en aproximadamente un tercio de los casos, la infertilidad se atribuye al hombre, en otro tercio a la mujer, y en los casos restantes, ambos se ven afectados. Las estadísticas muestran que alrededor de 1 de cada 10 personas en el mundo experimenta infertilidad, y esta tasa está aumentando debido a factores de estilo de vida, ambientales y de salud.

Principales métodos de TRA

Fecundación in vitro (FIV)
La FIV es el proceso de fertilización de un óvulo fuera del cuerpo. Se extrae el óvulo de los ovarios de la mujer y se fecunda con esperma en un laboratorio, donde el embrión resultante se cultiva durante varios días antes de ser transferido al útero. La FIV es uno de los métodos de TRA más efectivos, con tasas de éxito que varían entre el 30% y el 50%, dependiendo de la edad materna.

Inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI)
La ICSI se utiliza en casos de infertilidad masculina. Consiste en inyectar un único espermatozoide directamente en el óvulo bajo un microscopio, lo que aumenta las posibilidades de una fertilización y desarrollo embrionario exitosos. Este método es particularmente eficaz en casos de infertilidad masculina grave, con un índice de éxito de fertilización superior al 80% de los óvulos inyectados.

¿Son sanos los niños nacidos a través de ICSI?

Aunque la ICSI aumenta ligeramente el riesgo de defectos congénitos, el riesgo total sigue siendo bajo. Los estudios muestran que el riesgo de anomalías congénitas tras la ICSI es aproximadamente del 4%, en comparación con el 1,5%-3% en la concepción natural. Sin embargo, la mayoría de los niños concebidos a través de ICSI nacen sanos y muestran un desarrollo normal.

¿Qué género es más común después de una ICSI?

Un estudio realizado en Australia en 2010 mostró que es más probable que nazcan niños varones después de una FIV estándar (53%) que después de una ICSI (50%). Esto sugiere que el método de fertilización puede tener una leve influencia en la proporción de género, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar esta tendencia.

PICSI
El PICSI es una mejora de la ICSI, en la que la selección de espermatozoides se realiza utilizando ácido hialurónico. La investigación indica que este método permite la selección de espermatozoides más maduros y genéticamente viables, lo que mejora las tasas de fertilización y la calidad del embrión.

Inseminación intrauterina (IIU)
La IIU consiste en colocar el semen procesado directamente en el útero de la mujer para facilitar la concepción. Es comúnmente utilizada en casos de infertilidad masculina leve o cuando hay problemas de movilidad espermática. La tasa de éxito de la IIU es de aproximadamente el 10%-20% por ciclo.

Procedimientos de diagnóstico

Análisis de semen (espermograma)
El análisis de semen es una herramienta diagnóstica fundamental que evalúa la calidad del esperma según parámetros como:

  • Azoospermia: ausencia de espermatozoides en el semen,
  • Astenozoospermia: movilidad reducida de los espermatozoides,
  • Teratozoospermia: morfología anormal de los espermatozoides.

El análisis de semen ayuda a identificar problemas específicos que pueden obstaculizar la concepción. Los parámetros normales definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son una concentración de espermatozoides superior a 15 millones/ml, motilidad progresiva superior al 32%, y una morfología normal superior al 4%.

Prueba HBA (Ensayo de unión con ácido hialurónico)
La prueba HBA evalúa la capacidad de los espermatozoides para unirse al ácido hialurónico, un indicador de la madurez y el potencial de fertilidad de los espermatozoides. Los estudios muestran que los resultados de HBA están correlacionados con mejores resultados en ART, especialmente en ciclos de ICSI.

Prueba MAR
La prueba de reacción antiglobulina mixta (prueba MAR) se utiliza para detectar anticuerpos antiespermáticos, que pueden unirse a los espermatozoides y dificultar la fertilización. La prueba MAR es crucial para diagnosticar la infertilidad inmunológica, especialmente en casos de infertilidad inexplicada.

Procedimientos adicionales para mujeres

Estimulación de la ovulación
La estimulación de la ovulación implica el uso de gonadotropinas u otras hormonas para inducir la maduración de múltiples óvulos en un solo ciclo. Los estudios muestran que esto aumenta las posibilidades de éxito de la FIV entre un 30% y un 40%, dependiendo de la edad de la mujer y de su reserva ovárica.

Aspiración folicular
Este procedimiento mínimamente invasivo implica la extracción de óvulos maduros de los ovarios bajo guía ecográfica. Es un paso esencial en la FIV y la criopreservación de óvulos, con tasas de éxito para la extracción de óvulos del 80%-90% en ciclos estimulados.

Cultivo de embriones
Después de la fertilización, los embriones se cultivan en el laboratorio hasta alcanzar el estadio de blastocisto en 5-6 días. El cultivo prolongado permite a los embriólogos seleccionar los embriones más viables, con tasas de éxito para la transferencia de blastocistos de hasta el 50%.

Pruebas genéticas y criopreservación

Diagnóstico genético preimplantacional (DGP)
El DGP se realiza para detectar anomalías cromosómicas y genéticas en los embriones antes de la transferencia. Es particularmente beneficioso para parejas con antecedentes de trastornos genéticos o en casos de edad materna avanzada, donde el riesgo de aneuploidía es mayor. Las tasas de éxito del DGP con FIV son de aproximadamente 45%-50%.

Criopreservación (vitrificación)
La criopreservación consiste en congelar células reproductivas (óvulos, espermatozoides o embriones) para su uso futuro. La vitrificación es una técnica moderna que reduce la formación de cristales de hielo durante la congelación, preservando la integridad celular. Las tasas de supervivencia de los embriones después de la descongelación alcanzan hasta el 99%, y la tasa de éxito para los ciclos de transferencia de embriones congelados (TEC) es comparable a las transferencias en fresco.

Ventajas de la criopreservación:

  • Reduce la necesidad de ciclos de estimulación ovárica repetidos.
  • Permite conservar los embriones durante varios años, manteniendo una alta viabilidad.
  • Aumenta la flexibilidad para las parejas en la planificación de ciclos posteriores.

¿Se puede realizar el DGP en embriones congelados?

Sí, el diagnóstico genético preimplantacional (DGP) puede realizarse en embriones congelados. Los embriones se descongelan y, si tienen un número suficiente de células viables, pueden analizarse para detectar anomalías cromosómicas. Los estudios no muestran diferencias significativas en las tasas de éxito del DGP realizado en embriones frescos en comparación con embriones congelados.

¿Cuántos embriones se pueden obtener?

En promedio, se crean con éxito alrededor de 4.5-5 embriones de 10 óvulos extraídos, ya que no todos los óvulos se fecundan o se desarrollan en embriones viables. Esto equivale a aproximadamente el 50% de los óvulos que resultan en embriones.

Transferencia de embriones congelados (TEC)
La transferencia de embriones congelados es una práctica común en TRA, donde los embriones previamente congelados mediante vitrificación se transfieren al útero. El TEC puede realizarse en un ciclo natural o en un ciclo controlado por hormonas. Los estudios han demostrado que las tasas de éxito del TEC son comparables a las de las transferencias en fresco, con tasas de nacimientos vivos entre el 30% y el 50%, dependiendo de la edad materna.