ICSI Desde la Perspectiva de un Embriólogo

El procedimiento de inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) es uno de los métodos de fertilización más precisos utilizados en la medicina reproductiva. El día de la extracción de ovocitos, el embriólogo localiza cuidadosamente los ovocitos bajo un microscopio y los coloca en un incubador durante varias horas. Luego, se limpia el complejo cúmulo-ovocito de los ovocitos, y se seleccionan las células maduras basándose en la presencia del cuerpo polar en el espacio perivitelino.

El siguiente paso es preparar el semen para la fertilización. Se utilizan comúnmente dos técnicas para esto: el método Swim-up o la centrifugación en gradiente, ambas con el objetivo de aislar los espermatozoides más móviles y morfológicamente normales. La fertilización se lleva a cabo bajo un microscopio de alta magnificación, permitiendo al embriólogo seleccionar el espermatozoide más viable y bien formado. Los criterios principales para la selección incluyen:

  • Motilidad: El espermatozoide debe moverse en línea recta a una velocidad de 25 micras por segundo o más.
  • Morfología: El espermatozoide debe tener una estructura normal y proporcional.

Una vez seleccionado el espermatozoide, comienza el procedimiento de ICSI. Esto se realiza en microgotas de un medio de cultivo especial, donde los ovocitos están listos para la fertilización.

Etapas de ICSI

El procedimiento de ICSI consta de cuatro etapas principales:

  1. Inmovilización del espermatozoide – El espermatozoide se inmoviliza dañando cuidadosamente su cola con una aguja.
  2. Aspiración del espermatozoide – El espermatozoide se aspira en una aguja muy fina, que se utiliza para perforar la zona pelúcida del ovocito.
  3. Fijación del ovocito – El ovocito se asegura utilizando una herramienta de succión.
  4. Inyección – El espermatozoide se inyecta en el citoplasma del ovocito a través de la perforación en la zona pelúcida.

Indicaciones para ICSI

ICSI está indicada en los siguientes casos:

  • Infertilidad masculina caracterizada por parámetros de espermatozoides bajos.
  • Uso de espermatozoides obtenidos mediante métodos quirúrgicos.
  • Fertilización de ovocitos después de la crioconservación.
  • Bajas tasas de fertilización en ciclos de FIV anteriores.
  • Infertilidad inmunológica (prueba MAR positiva superior al 50%).
  • Casos en los que se planea una prueba genética preimplantacional (PGT).

Para aumentar la efectividad de ICSI, se puede combinar con el método PICSI, que permite una selección fisiológica del esperma para la inyección.

Cómo se realiza ICSI

ICSI es similar a la FIV tradicional, pero con la diferencia clave de que el espermatozoide se inyecta directamente en el ovocito. Esta técnica es particularmente importante para las parejas con infertilidad masculina significativa o cuando intentos previos de fertilización no han tenido éxito. ICSI también se usa comúnmente en casos asociados con programas de gestación subrogada, donde se necesitan embriones de alta calidad para la futura implantación.

El procedimiento consiste en varios pasos:

  1. Estimulación ovárica: A la paciente se le recetan medicamentos hormonales para estimular la maduración de múltiples ovocitos.
  2. Extracción de ovocitos y recogida de espermatozoides: Tras la estimulación, se realiza una punción vaginal para extraer los ovocitos maduros, mientras que la pareja proporciona una muestra fresca de esperma.
  3. ICSI (inyección de esperma en el ovocito): Cada ovocito es fertilizado inyectando directamente un espermatozoide en él.
  4. Transferencia de embriones: Unos días después de la extracción de los ovocitos, el embrión se transfiere al útero.

El papel del embriólogo en ICSI

El éxito de ICSI depende en gran medida de la precisión y experiencia del embriólogo. Cada etapa, desde la selección de los ovocitos hasta la inyección del espermatozoide, se realiza bajo el control de tecnología avanzada. Este método mejora significativamente las probabilidades de fertilización exitosa y desarrollo embrionario, especialmente en casos complejos de infertilidad masculina.